viernes, 1 de diciembre de 2006

Y continuamos con: Una de espías. ¿Vuelve la guerra fría?

Damas y caballeros,

señores y señoras,

no se pierdan la próxima obra … (redoble de tambores)

Vamos con UNA DE ESPIAS (tachaaaaannnnnn)

¿No estáis emocionados y excitados? Cuántas veces habré intentado yo imaginarme (será por imaginación) lo que era vivir en aquellos tiempos en los que el mundo estaba dividido en 2 bloques, el soviético y el occidental, el comunista y el capitalista. En aquellos años de miedo colectivo a una guerra nuclear entre las 2 grandes potencias mundiales, que gracias a Dios y a la verdad de la Teoría de Juegos y del concepto de Destrucción Mutua Garantizada que se manejaba en sus inicios, no llegó a producirse (esperemos que esos conceptos no se hayan superado y sigan vigentes).

En aquellos años, con la opción de Guerra Nuclear casi desechada, la acción se concentraba en unos sujetos, llamados espías, que intentaban o bien obtener información clasificada de sus adversarios que les diese alguna ventaja competitiva, o bien proveerles de información falsa, eliminar a los que molestaban demasiado, a quien se pasara al bando opuesto, etc.

¿Quién no ha visto la fantástica película de Alfred Hitchcock “Cortina Rasgada” con Paul Newman de protagonista? ¿Quién no asocia a espía la imagen de Michael Caine con su gabardina de color claro?

Pues ahora les presentamos, para su deleite y satisfacción, una nueva obra. Les resumo el argumento: el tema va sobre un señor, Alexander Litvinenko, antiguo miembro de la KGB, dispuesto a investigar el asesinato unos días antes de una periodista rusa, Anna Politkovskaya, muy crítica con la actuación de su país en Chechenia. Por ello, contacta con un profesor Italiano, Mario Scaramella, persona con numerosos contactos, que le entrega una lista que contenía los nombres de los próximos objetivos de un grupo de ex KGB’s (“Dignidad y Honor”), dispuestos a acabar con aquellos disidentes que vayan en contra del país o su presidente. Pero en el mismo lugar donde se realiza ese contacto entre el profesor Scaramella y Litvinenko, éste último es envenenado con una dosis de Polonio-210 un billón de veces superior a la necesaria para acabar con él. No hace falta decir cómo acaba esto.

Pues bien, señores, no es una película, aunque lo parezca y no me extrañaría que algún productor de cine o algún guionista ya le haya echado el ojo a este argumento.

Para remate, resulta que se están encontrado trazas de polonio radiactivo en todos los sitios que visitó Litvinenko después de su envenenamiento, en aviones de British Airways donde se supone que viajaron los sospechosos del asesinato, evidentemente en el restaurante de sushi donde fue envenenado, en la habitación de su hotel …

Aquí (en Londres) se ha disparado la alarma. Mucha gente que fue al restaurante ese mismo día o posteriormente está inquieta y están llamando solicitando información. Lo mismo podrían hacer los 33000 pasajeros que volaron en los aviones contaminados (muchos de ellos en la ruta Heathrow-Barcelona), los hospedados en aquellos hoteles…

En fin, que la cosa no es tan emocionante como parecía en las pelis de espías. Para remate (y deleite de mis compatriotas afectados, seguro) British Airways sólo ofrece información llamando a Inglaterra a costo de llamada internacional y te atienden en inglés. Tela marinera. Espero que los teléfonos que ha puesto el Gobierno y la Generalitat sí que informen adecuadamente.

Y mientras, yo me pregunto: ¿de dónde ha salido ese Polonio? Ya lo he dicho antes, imaginación no me falta (aunque quizá ni hace falta), pero prefiero callarme, que esto me sobrepasa.

Saludos a todos

miércoles, 29 de noviembre de 2006

Y empezamos con: Visita del Papa a Turquía

Como ha salido publicado en todos los medios, el Papa Benedicto XVI está de visita por tierras turcas, en un nuevo gesto de acercamiento de la Iglesia Católica al Islam. En esta nueva Turquía surgida de la revolución social creada a primeros del siglo pasado por el padre de todos los turcos (Ataturk, según se autodenominó él mismo), sigue habiendo un 95% de población musulmana, aunque un gran porcentaje de la población joven residente en grandes ciudades es no practicante (de hecho, en una reciente visita que realicé en Turquía, no encontré, como inocentemente esperaba, musulmanes practicando sus rezos en cualquier recodo del camino).

Turquía, eterno puente entre oriente y occidente, con su mayoría de población musulmana (moderada), sus occidentalizadas ciudades, y sus intenciones de acercamiento e integración en Europa, sigue siendo, según los expertos en el tema, la gran esperanza para evitar el tan temido choque de civilizaciones en el que nos estamos viendo involucrados los ciudadanos de a pie de todo el mundo.

No hace falta recordar los trágicos sucesos con los que nos hemos despertado horrorizados más de una mañana en los últimos años. No hace falta recordar los miles de civiles fallecidos en Irak. ¿O sí?.

Lo que definitivamente sí hace falta es resolver de una vez por todas el eterno conflicto árabe-isrealí, con coraje en una mano y Justicia en la otra.

Lo que sí hace falta es resolver el resto de conflictos abiertos en los que, con el símbolo del Dólar en lugar de pupilas, “El Gran Hermano Americano” (como los llamaba mi guía turco) nos ha metido a todos los occidentales.

Lo que sí hace falta es buscar y plantear posibles soluciones, como la “alianza de civilizaciones” que el actual presidente del gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, presentó ante la ONU hace un tiempo, pese a las burlas de algunos. Y ahí es donde se enmarcan detalles como la visita del Papa a Turquía. Bush, toma nota. Aunque sólo sea, para ti, por evitar más “ostias” electorales. Ya nos has demostrado que pocas cosas más te importan. Uis, sí, el petróleo!!!!